En Pulpitos hemos comenzado con la dinámica de la Cesta de los Tesoros… ¿Te gustaría saber de qué se trata?
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Se trata de un recurso imprescindible para bebés entre los 6 y 12 meses donde se le brinda la posibilidad de explorar de forma libre con diferentes elementos heurísticos (cotidianos, sencillos, sin una finalidad en sí mismos).
Fue creada por Elinor Goldschmied con el objetivo de fomentar la curiosidad y el desarrollo sensorial en los más pequeños.
¿Cómo funciona?
1. Materiales:
Una cesta o caja baja, amplia y resistente (de preferencia de mimbre).
Objetos de uso cotidiano, no plásticos ni juguetes convencionales, que sean seguros para el bebé. Se incluyen elementos naturales y de diferentes texturas, pesos, formas y tamaños. Ejemplos:
- Madera: cucharas, anillos de dentición, pequeños bloques.
- Metal: coladores pequeños, llaves (no oxidadas ni puntiagudas), cadenas gruesas.
- Tela: paños, cintas, pequeñas bolsas de algodón.
- Elementos naturales: piñas, conchas, piedras lisas.
- Otros materiales: esponjas, pinceles, botellas pequeñas de vidrio grueso.
2. Preparación: Coloca entre 15 y 20 objetos dentro de la cesta, asegurándote de que estén limpios y en buen estado. Deben ser objetos cotidianos que no representen un peligro para el bebé (sin partes pequeñas o bordes afilados).
3. Desarrollo de la dinámica:
Siéntate con el bebé en un lugar cómodo, coloca la cesta frente a él y deja que explore a su ritmo.
Intervención mínima: el adulto debe ser solo un observador. El bebé explora los objetos, los toca, los agita, los lleva a la boca, los pasa de una mano a otra. Esta exploración le permite descubrir texturas, sonidos, pesos y formas.
Es importante que no se guíe al bebé sobre cómo usar los objetos. El objetivo es que él desarrolle su propia curiosidad.
4. Beneficios:
Estimula los sentidos: tacto, vista, oído y gusto.
Fomenta la autonomía en el juego, permitiendo que el bebé tome decisiones sobre qué objeto explorar.
Desarrolla la coordinación motriz fina y gruesa, así como la concentración.
Introduce al bebé al concepto de causa y efecto, ya que algunos objetos hacen ruido o cambian según su manipulación.
Esta actividad es muy valiosa para el desarrollo cognitivo y motor del bebé, y también fortalece su confianza al permitirle tomar la iniciativa en su aprendizaje.
